El capricho del viento no es ir de un lado a otro sin reposo, sin tiempo, sin medida. Simplemente está en su naturaleza ser errante, conocerlo todo sin tener nada, penetrar la sustancia sin encarnarse, crear torbellinos, furias y brisas, alimentar los miedos y las esperanzas, las pesadillas que tabletean las ventanas por las noches, los carruseles que traen los olores de la vida en la mañana. Y lu ...ego extinguirse, como una exhalación, como un suspiro, como una sonrisa que se agota, y marcharse, sin dejar nada, porque nada es. Viento. Es su bendición no tener pies, sólo tener alas. Caber en tu boca y no sostenerse en tu mano, incitar al corazón y acariciar las pestañas. Pero también el viento envejece, y se cansa de ser nómada. Pero en su libertad va su maldición. No hay puerto para el viento, no hay descanso, no hay verdad, sólo torpes versos, canciones mediocres, olas y mar, nubes y árboles, hierbas y crines, velas y llamas, tu pelo y tu falda. Nada es real. El viento no existe aunque lo sientas ulular trepando el acantilado. Es su canción pidiéndote que le dejes entrar
Y así ando yo hoy, casi a punto de extinguirme.....
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